Si algo tienen en común todas las revoluciones sociales, es el que surgen como resultado de un sistema en que existe un opresor y un oprimido. Se puede pisotear a un pueblo hasta cierto punto, sólo hasta que por fin se dan las condiciones ideales para un contraataque.
Vivimos en una seudo-democracia, donde cada 4 años se elige gente que no sabe resolver problemas, sólo por su popularidad comprada con fortuna. Una vez emitido el voto, nos desprendemos completamente de las decisiones más determinantes para una correcta formación colectiva. Durante esos cuatro años, no son los mejores ingenieros, ni los mejores científicos, ni educadores los que, desde el gobierno, ofrecen soluciones a cada uno de nuestros problemas. Hemos dejado las riendas de nuestro destino a gente que baila la macarena para movilizar masas. ¿Qué se supone que va a pasar cuando personas tan incompetentes y desprendidas de la realidad están a cargo del presupuesto de un país?
Amplio fue el debate popular en cuanto a los enfrentamientos entre policías y manifestantes. Que si "títeres" de un lado, que si "vándalos" del otro; que si uno comenzó y el otro también...
Sin embargo, este tipo de escenario es custodiado por los ineptos que nos gobiernan. El ser humano, como cualquier otra especie, responde al estímulo de su ambiente. Cada uno de nosotros somos la suma de lo que nos rodea, de nuestras necesidades y ambiciones.
Si algunos se manifiestan pacíficamente y otros lo hacen violentamente, la interrogante no debe ser si unos están bien y otros mal, la interrogante de mayor importancia debería ser qué está creando las condiciones para que se susciten ambos casos. Es ahí donde debemos mirar, hacia la causante. Habrá conflicto en escalamiento si no eliminamos el problema de raíz: la desigualdad educativa, económica, de sistema de salud y el poco acceso a otros recursos escenciales.
Hoy, más que nunca, nos compete involucrarnos en repensar y reformar nuestra democracia. La caída de Roselló hace 3 años fue sólo el comienzo. Evidentemente, ya más y más gente estamos utilizando la tecnología y la información sumamente accesible, para despertar. Y de eso se trata, así ha sido siempre: El mundo cayendo y nosotros de pie...
Con bachillerato en Educación y Tecnología, lleva alrededor de 7 años liderando proyectos dentro de la industria creativa y educacional.
A finales del 2017, crea la casa productora independiente Cromance, empleando estrategias multidisciplinarias para el desarrollo tecnológico y económico de pequeños negocios y proyectos comunitarios de Puerto Rico; todo desde una perspectiva artística.
Actualmente, Isaak funge como Director del Departamento de Producción Documental de Obras del País, bajo el cual ha producido 30 documentales a través de 24 municipios de la isla.